lunes, 29 de abril de 2013

LOS HÚNGAROS O MAGIARES



Introducción


Situada en la cuenca de los Cárpatos, en el corazón de Europa, la región de Hungría ha estado habitada por una mezcla de distintas culturas desde el inicio de los tiempos. Sin embargo, la ciencia ubica el origen del pueblo húngaro en el territorio situado al suroeste de los Urales, a orillas del río Olga. Desde este territorio, los húngaros partieron rumbo a Occidente, hasta establecerse en la Cordillera de los Cárpatos, en el 895. En el último periodo de expansión del Imperio Romano, la Cuenca de los Cárpatos perteneció, por algún tiempo, a la civilización grecoromana.

ORÍGENES DE UN PUEBLO

De nómadas a sedentarios

El líder de la conquista de la nueva patria fue Árpad, príncipe elegido por las tribus húngaras. Una vez asentados en la Cuenca de los Cárpatos, los húngaros asimilaron el modelo europeo de vida sedentaria, acogiéndose a la cristiandad y a la estructuración de la organización social.

Expansión húngara


Civilizándose al estilo romano

Las siguientes generaciones de húngaros se preocuparon en seguir el modelo europeo. Es así que el biznieto de Árpad, Gezá, fue bautizado e hizo de su hijo, el futuro san Esteban, un verdadero monarca cristiano. Gezá se educó bajo la tutela de destacados misioneros alemanes y se casó con Gizella, hermana del rey bávaro.

Férrea defensa

Esteban I, hijo de Gezá, continuó con los preceptos de su padre y mantuvo el Estado húngaro sólidamente estructurado, en base a preceptos cristianos. Esta tranquilidad fue interrumpida por las huestes tártaro-mongólicas, en 1241. Esteban venció a todos los jefes de las tribus que se oponían a la cristiandad y confiscó sus bienes y tierras.
Príncipe Gezá
Rey San Esteban

Las incursiones de los magiares

A partir de esta época empiezan las incursiones de los magiares a las ciudades de Europa occidental. Los magiares dominaban la lucha desde el caballo gracias a las monturas con arneses. En Europa los caballos se usaban como medio de transporte pero no sabían luchar montados en ellos.

Los magiares atacaban en distintas olas, disparando rápidamente desde sus caballos para retirarse rápidamente. Inmediatamente después llegaba otro grupo que hacía lo mismo. Continuaban de esta manera hasta vencer la resistencia de las ciudades. A veces fingían huidas desesperadas para provocar ser perseguidos y luego atacar ellos por sorpresa.

Después de tomar las ciudades, las saqueaban y se llevaban prisioneros. Durante 50 años tuvieron mucho éxito y fueron el terror de Europa Occidental. Ocuparon parte de lo que ahora es Austria y atacaron ciudades en el territorio de la actual Alemania, Francia, Italia,Suiza, República Checa y hasta la misma España.

EL AUGE DEL ESTADO HÚNGARO

El orden estatal imperante y el avance en cuanto a territorios conquistados hizo que, a fines del siglo XI, Hungría se convirtiera en una potencia centroeuropea que, en años posteriores, resistió incluso la conquista del Imperio Romano Germánico. Aunque las conquistas de Galicia y Ucrania resultaron infructuosas; en 1091, Croacia reconoció la soberanía húngara. Luego del fallecimiento de Esteban I  -canonizado en 1083- sus descendientes Ladislao y Kálman, promulgaron leyes estrictas que obligaban a su pueblo a seguir respetando la propiedad y valores cristianos.

ORGANIZACIÓN POLÍTICA

En años posteriores, el reino de los Húngaros, cada vez más fortalecido, motivó la creación de una especie de Constitución llamada la Bula de Oro. Emitida en el año 1222, por el rey Andrés II, fue el documento que definió el poder de los distintos rangos de la población de origen noble y delimitó las facultades de los grupos privilegiados de la monarquía, quienes incluso tenían derecho de oponerse al rey. Esta innovadora planificación del aparato estatal sirvió para mantener una organización política interna firme y duradera.

La bula de oro ha sido comparada por los historiadores modernos con
la Carta Magna inglesa.











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